About Familia Porrua Ardura
Please sign in to see more. PORRUA (México)
La historia ha corrido de manera paralela con la historia de México. Son más de cien años, a lo largo de los cuales, orgullosamente, el apellido Porrúa ha sido activo partícipe de la vida cultural e intelectual de este país. La formación de una de las empresas mexicanas con mayor historia y tradición. No ha sido fácil; sin embargo, el trabajo y la dedicación han hecho que esta editorial y librería continúe en pleno auge, cumpliendo con su fin primordial: transmitir y promover la cultura en México y el extranjero.
La historia de Porrúa comienza una vez iniciada la segunda mitad del siglo XIX. Provenientes de Pie de la Sierra , del Consejo de Llanes, Asturias, en España, llegan tres hermanos : José, en 1886 ; Indalecio, dos años después, en 1888 y, finalmente, Francisco en 1890.
A su llegada -a lo que sería su segunda patria- cada uno de ellos se dedicó por su cuenta al comercio, abriendo sus propios negocios. Indalecio instaló un bazar en la calle de San Pedro y San Pablo (ahora segunda calle Del Carmen) lugar en el que en el año 1900 , y bajo un anuncio de "Compramos Bibliotecas", invita a sus hermanos a trabajar con él para dedicarse a la compra-venta de libros de ocasión . Durante esta época lograron reunir varias bibliotecas importantes, no sólo por su calidad sino también por los personajes a quienes pertenecieron. Entre éstas se encontraban las de Lancaster Jones, de Riva Palacio, del Padre García, de Alamán, la de Abadiano, la de Maximiliano Baz, a las que se añadieron también otras de menor renombre o cuantía.
Por lo anterior, y con el fin de buscar nuevos clientes en México, así como en el extranjero, se publica en el año de 1904, el primer Boletín Bibliográfico , llamado " La Bibliografía ", al que le siguió en 1908 un Catálogo de 154 páginas, con títulos clasificados por materias en el que se comenzaron a anunciar algunas impresiones antiguas mexicanas.
Catálogos y Boletines, como "La Bibliografía", que aparecieron más tarde, fijaron por mucho tiempo el precio de los libros antiguos mexicanos señalados por su valor histórico y/o tipográfico, constituyendo una guía útil a los coleccionistas e investigadores dentro y fuera de nuestro país, de igual forma sirvieron para establecer diversas relaciones con instituciones culturales extranjeras y grandes libreros de Europa. En 1910 inicia la labor editorial de Librería Porrúa, antecedente de la Editorial, con la publicación de una Guía de la Ciudad de México de don José Romero, impresa en España, pero con el pie de imprenta de Librería Porrúa Hermanos. Cuatro años más tarde, en 1914, se editaría el primer libro hecho en México: Las cien mejores poesías líricas mexicanas bajo el sello de nuestra casa, preparado por Antonio Castro Leal, Alberto Vázquez del Mercado y Manuel Toussaint. En 1915 aparecería por primera vez -y como hasta ahora la conocemos- la cabeza del caballero águila, dibujada magistralmente por don Saturnino Herrán, símbolo de la casa Editorial Porrúa . Aquellos fueron los primeros años de un largo andar que hoy sigue patente.
Varias son las colecciones que han distinguido a Editorial Porrúa. En 1940, año en que se constituye formalmente la Editorial, el abogado don Virgilio Domínguez realizaría el prólogo para lo que sería el primer libro de la actual Biblioteca Jurídica Porrúa: Introducción al estudio del Derecho del doctor don Eduardo García Máynez. En esa misma fecha, nace la Colección de Escritores Mexicanos , bajo la dirección de don Joaquín Ramírez Cabañas, la cual ha reunido obras maestras de la literatura mexicana desde la época colonial hasta nuestros días. Una década más tarde, aparecería la Biblioteca Porrúa de Arte, la cual trata de agrupar lo mejor del arte y la arquitectura de México y del mundo.
En 1959 , bajo el nombre de "Sepan Cuántos...", bautizada así por el ilustre Alfonso Reyes , aparecería la célebre colección dedicada a las obras clásicas de todos los tiempos, bajo el precepto: "la cultura al alcance de todos". Escritores, historiadores, sociólogos e investigadores han contribuido a formar ésta, que es una de las colecciones de mayor renombre y trascendencia. "Sepan Cuántos..." ha permitido que varias generaciones de mexicanos tengan acceso a los libros, a los grandes clásicos de la literatura universal y a una serie de ensayos, epístolas, documentos históricos, antologías, poemarios, etc.
Los prólogos de muchos de los volúmenes de esta colección han sido realizados por escritores de la talla de Sergio Pitol, Juan José Arreola, Salvador Novo, Miguel León Portilla, Carlos Monsiváis, entre otros. Dentro de sus colaboradores, Porrúa se ha honrado con la presencia de personajes como: Montes de Oca, Tercidor, María Garibay, etc. Más tarde vendrían, en 1964, el Diccionario de Historia, Biografía y Geografía de México, bajo la coordinación del Padre Ángel María Garibay K., y en 1992, con la aparición de las Aventuras de Don Quijote, una nueva serie llamada Biblioteca Juvenil Porrúa que busca ser un primer contacto entre los niños y los clásicos de la literatura. Asimismo, Porrúa se ha interesado por añadir a los más de 1,200 títulos publicados, una serie de libros de interés general, en los que se abordan los más diversos temas. Respondiendo a la dinámica de las nuevas tecnologías, a principios del nuevo milenio, se renueva el portal de Internet www.porrua.com, el cual inició su historia desde principios de la década de los noventa. Como parte de su objetivo hacia la difusión de la cultura, se crea la revista electrónica: Gaceta Cultural Porrúa, la cual durante más de un año informó a sus visitantes sobre literatura, arte y cultura. En el 2002, salió a la luz Por Leer..., revista gratuita de libros, arte y cultura, retomando la tarea que desde hace cien años se propuso el grupo Porrúa: "la amplia difusión de la cultura". Por sus páginas han aparecido, además de los artículos antes mencionados, entrevistas con escritores y artistas como Augusto Monterroso, Ludwig Margules, Cintio Vitier, Cristina Pacheco, entre otros.
Editorial Porrúa, con un siglo de vida, decide renovarse y aceptar el desafío de los nuevos tiempos y presenta una nueva imagen para sus colecciones, mejorando sus materiales y formatos de edición. Siempre con la franca intención de difundir la cultura.
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